domingo, 17 de junio de 2012

“Mujeres en el filo de la navaja”, 25 féminas díscolas, del siglo XX (II)



En este libro, también, nos encontramos con Zenobia Camprubí, que logró sacar del hoyo al gran Juan Ramón Jiménez, aunque se vio obligada a abandonar su carrera. También, María Teresa León, que se quedó reducida a la sombra que Alberti proyectaba, que era muy difícil de superar, porque el reconocimiento le tardó en llegar, ya que cuando ambos estaban en el exilio, ella estaba afecada por el Alzheimer. A parte de las memorias de estas increíbles mujeres, Espín, por otro lado, busca reclamar dos lugares de encuentro, donde se debatía la situación de la mujer, que fueron la Residencia de Señoritas y el Lyceum Club Femenino, cuyos miembros, se conocían, de manera despectiva, como “maridas”. En estos lugares, se reunían las mujeres que, en la mayor parte de los casos, se vieron obligadas a luchar, para conseguir un sitio en la universidad o para poder estudiar” y que, a pesar de todos sus esfuerzos, nos encontramos con mujeres que eran capaces de hablar varios idiomas y que tenían un punto de vista muy cosmopolita. Pero, fuera de la novela, nos encontramos con un número entre 30 y 40 mujeres, donde se incluían la actriz María Guerrero o a la infanta Eulalia de Borbón, que era hija de Isabel II, que se nombra en el libro, ya que fue muy crítica con falta de formación, que tenían las infantas, que sólo cosían y bordaban, lo que hizo que fuera el gran escándalo de su vida.
Foto: fuente

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